viernes, 12 de enero de 2024

UN IMPRESOR EN EL EXILIO

La historia de la imprenta granadina está llena de sorpresas, no me refiero a nuevos descubrimientos bibliográficos, algo muy difícil después de los magníficos estudios realizados por la profesora María José López-Huertas Pérez y el de los profesores Alfredo Vílchez Díaz, José Antonio Cordón García y Emilio Delgado López-Cózar, sino a las personas que estuvieron al frente de los distintos talleres de imprenta donde fueron impresos aquellos libros. Los propietarios, regentes, cajistas, tiradores y demás trabajadores de una imprenta fueron realmente los artífices de que los textos pasaran del original al papel impreso.

Es cierto que través de los impresos que encontramos en archivos y bibliotecas es fácil conocer aspectos técnicos de sus trabajos, como las tipografías que manejaban, las viñetas o ilustraciones que usaban, su maestría en el dominio del material tipográfico cuando los vemos bien reflejado en interesantes composiciones, hasta incluso sus habilidades organizativas al comprobar el numero de impresos que eran capaces de sacar de sus prensas en un periodo concreto de tiempo o comerciales, al comprobar su predominio sobre otros impresores activos en su misma época.

Pero ¿y de su vida personal?, en este aspecto la búsqueda se vuelve incierta, como mucho encontramos sus partidas de nacimiento, sus nombres en los libros del registro civil de matrimonios y si hay suerte, su inscripción en los libros parroquiales de entierros y poco más. Por eso, dar con un documento que aclare las vicisitudes vividas, o padecidas, por uno de estos impresores y que ayude a entender su ausencia temporal del panorama impresor granadino es importantísimo.

Durante mi investigación, este tipo de revelaciones solo se me han presentado en dos ocasiones. La primera cuando intentaba aclarar la desaparición de Antonio René de Lazcano, un impresor del XVII, y en el caso que Juan María Puchol Armillas, años más tarde. Si en el caso de René fue la participación en un negocio fraudulento el que precipitó su huida de la ciudad, en el de Puchol fue su posicionamiento político durante el reinado de Fernando VII lo que le llevó lejos de su ciudad natal una larga temporada.

En el artículo aparecido en el número 42 de la Revista Alhóndiga lo narro. Espero que les guste.


 
Aquí el documento




viernes, 17 de noviembre de 2023

UNA IMPRESIÓN CON 176 AÑOS DE HISTORIA

   La investigación en la que estoy inmerso sobre los impresores, y alguna que otra impresora, que trabajaron en Granada los siglos pasados resulta apasionante cuando se descubre un dato desconocido, pero rara vez alcanza el grado de emoción como el que ahora voy a narrar.

    Andaba buscando un documento que me aclare la razón del porqué los hijos de Francisco Ventura Sabatel siguieron utilizando solo los apellidos paternos en sus pies de imprenta e incluso en documentos oficiales, de modo que nada mejor que sumergirme entre los Padrones y los Registros Civiles de Nacimientos o Matrimonios que conserva el Archivo Municipal del Ayuntamiento de Granada para dar con algo que me lo aclarara. Pero por más que buscaba de los Sabatel nada, ni una misera pista. Lo inesperado, sin embargo, me estaba esperando en uno de aquellos legajos.

    En la portada del Registro Civil de Matrimonios de 1847, el impresor Francisco de Paula Ruiz decidió incluir una ilustración, alegórica al tema, con la que decorarla. Una imagen que al verla me resultó familiar, creía haberla visto antes en un cliché de los que tengo en mi colección. El problema era que no recordaba donde lo tendría y claro, sin tener certeza de que el cliché contuviera la misma imagen que había visto impresa, que no era la primera vez que la memoria me gasta una mala pasada.

    Como pueden imaginar al final dí con él y al comprobar que era el mismo sentí un escalofrío que me puso lo pelos de punta, tenía entre mis manos el mismo cliché usado por mi tocayo para imprimir la portada de aquel libro.

   No recuerdo como terminó este cliché entre mis manos, aunque creo que lo hizo a través de  los miles de clichés que habría heredado José María Ventura Hita, el último descendiente de los Ventura Sabatel que tuvo imprenta en Granada hasta finales de los años 70 del siglo pasado y que tras su cierre terminaron desperdigados. La razón de que acabara en manos de los Ventura habría que buscarla en una relación familiar, ya que la mujer de Francisco de Paula Ruiz era hermana de la de Francisco Ventura Sabatel, por lo que no sería desacabellado suponer que tras cerrar la imprenta la viuda de Ruiz le vendiera el material tipografico a su cuñado lo que le aporta a este cliché una más que interesante vida.

   Si ya era suerte tener esta pieza entre mis manos, la de estar rodeado de prensas tipográficas, ya históricas, que conserva la Diputación de Granada en la Imprenta Provincial, es que con estas máquinas podría intentar volver a imprimir aquel cliché.

   Que emoción al volver a colocarlo en una rama y saber que 176 años antes otro impresor realizó los mismos gestos que yo estaba haciendo ahora, elegir los blancos, apretar la cuña, aunque en mi caso al levantar la rama lo hacía con el cuidado al saber que aquella era una pieza de museo. Entintar la minerva Barcino, colocar la rama y descubrir que tantos años después unos rodillos volvían a manchar de tinta aquel cliché para que la depositara en una hoja de papel blanco.


    La magia de la imprenta es que después de casi doscientos años, del tímpano de aquella minerva saque una impresión similar a la que Francisco de Paula Ruiz realizó en 1847.


martes, 15 de junio de 2021

La reinvención de una imprenta con 58 años de historia


     Que un taller de imprenta pueda desdoblarse no es achacable a un problema de trastorno de identidad, más bien responde a diversos proyectos llevados adelante por distintas personas. A estas alturas, los seguidores de este blog saben que la Imprenta Artesanal es en esencia Gráficas Marvel, lo que quizás no todos conozcan es el tercer proyecto que hunde sus raíces en el mismo solar, Gazpacho de Letras, una idea que mi sobrina Tara Vega puso en marcha para dar respuesta a los nuevos retos de la imprenta del siglo XXI.

En este reportaje del programa Andalucía Directo, https://bit.ly/35nEvBy tanto mi hermano Emilio, como Tara ponen en valor la capacidad de supervivencia y adaptación de una imprenta tipográfica en el mundo digital.

Gazpacho de letras es algo muy distinto a la imprenta que fundo el abuelo de tara, ella fabrica su propio papel sostenible y hace uso de la tipográfica o la impresión digital para ofrecer productos acordes con los gustos y necesidades actuales.

Además https://gazpachodeletras.com/ tiene presencia en internet, redes sociales y cuenta con una tienda online.


sábado, 26 de octubre de 2019

La HISTORIA de Gráficas Marvel

   Para los amantes de todo lo relacionado con la historia de las Artes Gráficas, el descubrimiento de un documento con datos o información que ayuden a escribirla, es algo apasionante y muy difícil de describir. Habitualmente este tipo de hallazgos se realizan en archivos o bibliotecas que son las que, en mayor o menor medida, atesoran documentos de épocas pasadas.

    Pero no siempre es así, en muchas ocasiones esos documentos se encuentran olvidados en polvorientos desvanes o traspapelados entre documentación insustancial, para el caso que me acerca a este blog tras unos pocos años de inactividad, los documentos se encontraban dentro de un viejo archivador en el desván de la vivienda donde se ubica Gráficas Marvel, un espacio demasiado próximo al tejado y por lo tanto peligrosamente cercano a posible humedades derivadas de una gotera. Como luego verán en algunos de los documentos, literalmente han desaparecido partes del mismo al descomponerse el papel ante la acción de los hongos que, desgraciadamente, se dieron un festín en su día. Por lo que antes de nada, había que adecentarlo todo y disponerlo para su consulta.

   Otro de los problemas con el que me encontré fue el tipo de papel que, a mediados del siglo XX, se utilizaba en la correspondencia comercial, el terrible papel litos de 14 kg. tan delicado como quebradizo y que ha favorecido que los pigmentos de los textos escritos en las máquinas de escribir antiguas se haya traspasado de unas hojas a otras, dificultando la legibilidad en ambos documentos.

   No es que este material sea excepcional en si mismo, pues en los catálogos conservados de las antiguas Fundiciones Tipográficas uno puede consultar desde el material de fundición que distribuían, los tipos de letras que comercializaban, las minervas y prensas de las fabricas de maquinaria de artes gráficas que representaban, a los precios de todo lo que vendían. Lo significativo de esta documentación es que podemos saber, con precisión, la maquinaria y el material tipográfico necesario para poner en marcha una pequeña imprenta en los años 60 del pasado siglo XX, eso si que es relevante, más aun cuando este tipo de documentación, con el paso de los años, termina desapareciendo. 


   A finales del mes de octubre de 2019 participamos en un Congreso en Alcalá la Real en en el que presentamos una ponencia bajo el título: GRÁFICAS MARVEL, EL NACIMIENTO DE UNA IMPRENTA EN ALCALÁ LA REAL, y en la que narrábamos las vicisitudes que Emilio Martínez Sánchez, protagonista de la historia, vivió cuando decidió ampliar el pequeño taller de serigrafía artística que había instalado en su domicilio como una fuente de ingresos extras, incorporando una minerva de palanca y unos tipos de plomo, para poder ofrecer a sus clientes un servicio complementario al que les venía prestando. 

   En nuestro trabajo mostramos el coste del material y maquinaria necesarios para la creación de una imprenta de remendería en los años 60 del pasado siglo XX, basándonos en la documentación conservada actualmente en Gráficas Marvel que comprende, entre otros documentos, los distintos presupuestos solicitados en su día a las mejores empresas distribuidoras que por aquellos años surtían a las imprentas españolas de todo lo necesario para su funcionamiento. Los documentos se encontraban en viejas carpetas almacenadas en el desván de la casa en la que se instaló el taller y que, a pesar de los avatares de una edificación con 113 años de vida, habían logrado sobrevivir a obras, reformas y humedades.

   Gracias a dichos papeles fue posible reconstruir el proceso de creación de un pequeño taller de imprenta en la ciudad de Alcalá la Real en 1963. 

   La documentación que nos sirvió de apoyo puede ser visionada en el siguiente vídeo.





miércoles, 2 de noviembre de 2016

Una editorial con mucho plomo



   Si ya es una suerte que la Oficina Tipográfica Marvel sea considerada como un taller medianamente digno de llamarse imprenta, el hecho de que nos tengan por una editorial artesanal yo creo que es lo máximo a lo que desde su comienzo pudimos aspirar. 

   De modo que cuando recibimos la invitación del Museo Etnográfico de Castilla y León para participar en el I Encuentro de Editoriales Artesanales, sentimos una especie de vértigo del que tardamos varios días en recuperarnos. El hecho de sentir el libro impreso como una de nuestras señas de identidad, no impide que pensemos que el nombre de editorial artesanal nos viene un poco grande. 

   Ahora bien, lo cierto es que como dicen desde el propio Museo: Resulta curioso que en el mismo momento en que los grandes grupos editoriales están redactando la necrológica definitiva para el libro impreso, otros grupos -de personas, no de empresas- se lanzan a la aventura de editar en diferentes formatos, en diferentes soportes o para diferentes públicos desde una perspectiva artesanal.

   En nuestro caso, desde los primeros impresos realizados en el año 2009, siempre tuvimos la vocación de que los mismos fueran considerados una obra seriada, en parte por la reducida tirada y también por la influencia con la edición de obra gráfica, con la que compartíamos muchos de sus aspectos formales. Porque a decir verdad lo de libro es una palabra que, a quienes nos hemos dedicado muchos años a imprimirlos en talleres comerciales, adquiere un significado muy alejado de lo que en el taller de imprenta artesanal ahora estábamos haciendo, porque como puede leerse en el Diccionario de la Lengua Española: Libro es un conjunto de muchas hojas y si de algo carecen nuestras ediciones es precisamente de muchas hojas.

   Personalmente me gusta pensar que un libro es algo tan simple como: Una obra impresa en una serie de hojas de papel unidas por un lado y protegidas con una cubierta, más que nada porque en este caso nuestras ediciones se ajustan al pie de la letra a la definición anterior, en cuyo caso verdaderamente podemos considerarnos editores de libros.


   Para esta ocasión hemos impreso un cartel con un texto de Martin Luther King que deja claro que la determinación de una persona está por encima de cualquier obstáculo, algo parecido a la actitud de la que los nuevos editores artesanales hacemos gala ante la realidad de este mundo digital.

   El I Encuentro de Editoriales Artesanales se va a llevar a cabo el 18 y 19 de noviembre de 2016 en el Salón de Actos y la Biblioteca del Museo, un lugar, por cierto, que alberga una pequeña sala de impresión de lo más original en la que han realizado alguna que otra actividad impresora, esperamos no defraudar a los organizadores y sobre todo que el público asistente pueda disfrutar con unos libros que nunca antes habían visto, tocado y olido, porque tengo que decirles que nuestros libros huelen a imprenta.

viernes, 15 de julio de 2016

La Imprenta es la lengua de la imaginación






   Ahora que andamos de celebraciones del 400 aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes, me ha parecido adecuado parafrasear lo que de su mano le dijo Don Quijote al Caballero del Verde Gabán, que "la pluma es la lengua del alma". Porque creo que tanto la "pluma" como la "imprenta" han sido los instrumentos de los que los creadores se ha valido para plasmar en papel lo que de otro modo quedaría en algo etéreo.

 "III Encuentro de Impresores Tipográficos" - Homenaje tipográfico al Futurismo

    La imprenta, evidentemente, con un recorrido mucho más corto que la escritura pero con una función esencial en la difusión y universalización de la CULTURA, no habría llegado a donde ha llegado sin el influjo de las modas y los cambios sociales acontecidos a lo largo de su historia, y uno de esos emocionantes momentos fue, sin duda, la irrupción en el mundo del libro del FUTURISMO, del que Macel Duchamp llegó a decir que una de sus aportaciones fundamentales fue esa suerte de "impresionismo mecánico" en los libros impresos.

   Lo que entonces era futurista hoy se nos antoja ingenuo, con el uso los tipos "en movimiento" o las letras humanizadas tan del gusto de El Lissitzky. Pero es lo que tiene el paso del tiempo, que lo novísimo se convierte en antiguo al día siguiente. Sin embargo, al contemplar alguno de los trabajos de Deperó, Marinetti, Mallarmé o Balla, uno puede imaginar el impacto que sus libros debieron de causar entre sus coetáneos, aquellos alardes tipográficos eran sin duda de la más autentica modernidad y un horizonte en el que fijar sus ojos las vanguardias poéticas del pasado siglo. 

   Filippo Tommaso Marinetti fue el que dijo que "había emprendido una revolución tipográfica dirigida contra la brutal y repulsiva concepción tradicionalista y dannunziana del libro" "dirigida contra la llamada armonía tipográfica de la página, que resulta contraria al flujo y al reflujo, a los brincos y a los estallidos del estilo que fluye por sus páginas. Por tanto, en una misma página, usaremos tintas de tres o cuatro colores diferentes, e incluso 20 tipos de letras distintos, si es necesario. Como las cursivas para la sensación de velocidad y la negrita redonda para las onomatopeyas violentas..." De modo que la tipografía se librara de la función de esclava de la escritura y pasaba a ser parte esencial de la obra literaria, al mismo nivel que el texto.

   Marinetti lo que buscaba, en el fondo, era el renacimiento de la imprenta, aunque para ello fuera necesario destruir lo hecho antes. En su Manifiesto del futurismo llegó a decir. "¡Que vengan, pues, los alegres incendiarios de dedos carbonizados! ¡Aquí están! ¡Aquí están...! Vamos, ¡prended fuego a los estantes de las bibliotecas...! ¡Desviad el curso de los canales para inundar los museos...!", eso si que era radicalidad. Aquel movimiento prendió en medio de grandes avances tecnológicos, un momento en el que los periódicos en su apogeo, el fonógrafo, la radio o el cinematógrafo amenazaban aquella sociedad, siendo la respuesta del momento, cómo era de esperar, de total rechazo.

   Lo que ellos llevaron a cabo fue una autentica "revolución tipográfica" regenerando la página impresa mediante la utilización del tipo de plomo y los cuerpos con un uso expresivo. El libro "Zang Tumb Tuuum. Andrianopoli octtobre 1912. Parole in libertá" de Marinetti, sigue siendo un referente del futurismo, aunque como él mismo dejo escrito el verdadero artífice de las innovaciones tipográficas de aquellas hojas impresas, fue el tipógrafo Cesare Cavanna de Milán.

   No quisiera dejar de lado una de las cuestiones clave para que el futurismo fuera tan injustamente menospreciado, los vínculos entre futurismo y política, especialmente la relación, un tanto ambigua, de Marinetti con el fascismo de Mussolini. 

    "Palabra en libertad" fue la aportación definitiva del futurismo a libro impreso, siendo el virtuosismo tipográfico desarrollado por aquellos maestros impresores el impulso para movimientos rupturistas posteriores como el dadaísmo o el constructivismo.

    Y esta reflexión viene a cuento del trabajo desarrollado, este año, por los participantes en el III Encuentro de Impresores Tipográficos celebrado en Valencia el pasado día 30 de junio de 2016. Pues con el tema del futurismo han realizado diversas y originales reinterpretaciones de lo que fue moderno y rupturista en los años 20.



    Tomar entre mis manos uno a uno los impresos, despojándolos de su original y bella envoltura, introducir los dedos entre las cartulinas para acariciar con la yema de los dedos el relieve, las texturas y posar los ojos sobre las diversas interpretaciones "futuristas", argumentadas ocurrencias que se ofrecen ante mis ojos y que son una evocación, un magnifico homenaje a los tipógrafos que, hace ya 100 años, rompieron con la norma establecida para hacer algo nuevo.

   Estos especímenes fueron realizados por: Mecana Sans, Tipos en su tinta, Familia Plómez, José Ramón Penela, Oficio, Bunkertype, Sefa Villalbi y La Seiscuatro.