Dejé claro en otra entrada que de latín:
“solo sé que no sé nada”, pese a ello, he creído oportuno comenzar la
reseña, sobre la presentación de
TYPOGRAPHICA en Madrid, con una célebre frase de Julio César y que, según me
dicen, significa "Con todo mi corazón". No
es que destacara el gran César precisamente como poeta, pero creo que con estas
palabras casi rozó la belleza de la poesía.
La presentación se realizó en la librería del Museo Reina Sofía, que está instalada en la más que interesante ampliación realizada por el aquitecto Jean Nouvel. Y como no podía ser de otra manera, conté con la incondicional compañía de Matilde, Elena y Pablo, con quienes recorrí en la mañana previa a la presentación algunos de los rincones más hermosos de la ciudad de Madrid, por aquello de calmar los nervios y, porque no confesarlo, por el puro placer de pasear.
La referencia del inicio a la frase de Julio César, tiene que ver con la profunda gratitud que siento con quienes hicieron posible que esta presentación resultara especialmente vibrante. Mis editores Manuel García y Pepe Dominguez. José Bonifacio Bermejo, quién desde las más absoluta generosidad aceptó prologar mi libro. Mi amigo y maestro José Ramón Penela. Eva de la Rocha y Roberto Gamonal, con quienes me gusta hablar de imprenta y mancharme las manos de tinta. Al personal de la librería La Central con Jesús y Lucía a la cabeza. Y por último, a todas las personas que
asistieron a la presentación de este libro.
Convocar a medio centenar de personas en Madrid, pese a lo que cualquiera de nosotros pudiera pensar, es un éxito. Y eso es lo que la magia de la imprenta ha vuelto a conseguir con esta modesta aportación a su historia. Un acto que contó con unos presentadores inmejorables y un público entregado.
Manuel García, que hizo de maestro
de ceremonias, no dejó escapar la oportunidad de vindicar el papel como soporte
natural para el libro, pero dejando claro que las nuevas tecnologías no pueden
ignorarse ni despreciarse. Afirmó que las obras clásicas ya no deberían volver
a ser impresas sobre papel, salvo que sea para mejorar las bellas ediciones
barrocas o neoclásicas, para la consulta de estudiantes o simple lectura, son
magníficos los libros electrónicos. No se puede ir contra el avance
tecnológico, terminó diciendo.
José Bonifacio Bermejo, hizo un recorrido por el contendido del libro, poniendo
de manifiesto lo que para él son las aportaciones más novedosas e interesantes
del mismo: la importancia de la aportación asiática al libro impreso,
especialmente la coreana a la imprenta con tipos metálicos, la personal visión
de la figura de Gutenberg o Schöffer, una rigurosa actualización de la
expansión y difusión de la imprenta en Europa y las personalidades de los mejores tipógrafos e impresores europeos y
españoles. Un análisis cuidadoso que permite al lector profundizar en el pasado
de la imprenta.
Por su parte, José Ramón Penela, nos
ilustró, con su amplio conocimiento sobre el tema, sobre la importancia
tipográfica que la imprenta con tipos de plomo ha tenido en el diseño editorial.
Mostró su preocupación por la mediocridad a la que los ordenadores llevaron a
principios de los setenta a la edición de libros, para terminar defendiendo,
con vehemencia, “la dignidad del párrafo”.
Y en mi intervención, volví a defender la importancia de la aportación coreana a la historia de la imprenta, haciendo hincapié en la figura de la descubridora y mayor autoridad mundial en el JIKJI (primer libro impreso con tipos metálicos en el mundo) la doctora Park Byeng-sen, sin cuyo esfuerzo y perseverancia dificilmente se habría aceptado el papel de Corea en la historia de la imprenta.
Finalizada la presentación y mientras que Eva
de la Rocha y Roberto Gamonal ayudaban al público
asistente a realizar personalmente una impresión en la pequeña minerva manual,
me correspondió firmar ejemplares y sobre todo poder departir con todas y cada
una de las personas que se acercaron a felicitarme.
Especialmente cariñosos mis tíos Baldomero
Martínez y Concha Benavides, quienes, pese a los achaque de la edad, no
dejaron pasar la ocasión de acompañarme. Me resultó muy emotivo el
encuentro con Glòria Alemany, antigua amiga de consultas y pasión tipográfica
a la que solo conocía a través de nuestra correspondencia electrónica. La
segunda secretaria de la Embajada de Corea en España, Yoo, Soo Ah, con la que
conversé brevemente sobre la necesidad de divulgar y hacer más visible la
participación coreana en la historia de la imprenta. Fue agradable charlar unos minutos con Javier Mañas de Omán Impresores, un colega impresor enamorado de las cosas bien hechas. También a los originales Pipoy Astuto (Noe y Pablo) a los que conocí hace tiempo por un encargo que
terminó realizándoles mi amiga Lola Espinosa, y que además son
vecinos de Los Plómez, que estuvieron bien representados por Nicolás,
Juanjo e Inés, y nuevos amigos y
amigas con los que ahora comparto mi amor por la imprenta gracias a TYPOGRAPHICA.
Las fotografías que ilustran este artículo han sido realizadas por
Estefi, Pablo, Roberto y Elena.
Coincidiendo con la presentación, apareció un artículo en elcultural.es del diario El Mundo
http://www.elcultural.es/noticias/LETRAS/3890/Francisco_de_Paula-_Los_coreanos_inventaron_la_imprenta_80_anos_antes_que_Gutenberg
Me encantó poder asistir, conocerle y reconocer a todos los ponentes. No sé si es por deformación profesional y sin menospreciar a los demás, pero Penela con "Reivindico la dignidad del párrafo" fue MA-RA-VI-LLO-SO.
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